Llenemos el mundo de sonrisas. Comencemos llenando nuestra casa de sonrisas, la sonrisa del niño nos trae ternura, la sonrisa de la madre nos ofrece afecto, la sonrisa del abuelo nos transmite paz adornemos nuestras calles sonriendo, el saludo sonriente comunica positividad, el rostro alegre transmite optimismo y confianza. Llevemos la sonrisa a nuestro trabajo, pues el estado de ánimo sonriente, facilita la disponibilidad para el ejercicio de lo que tenemos que hacer, el recibir a una persona con una sonrisa despierta en ella confianza y provoca una buena comunicación. La sonrisa ilumina nuestro rostro y transmite confianza.
¡Sonríe!