Al reímos, el labio superior se desplaza hacia arriba, lo que hace que nuestros dientes se vean y también parte de la encía.
Habitualmente se considera una sonrisa “normal” a aquella en la que el labio se queda alineado en la base de los dientes, quedándose justo a la altura de la encía o, como mucho, que deje ver parte de ella, pero siempre de forma estética.
En caso de que no sea así y enseñemos mucha encía al sonreir, se puede decir que estamos ante un caso de sonrisa gingival.
La sonrisa gingival puede deberse principalmente a tres motivos:
1) Entre las causas más comunes que provocan una sonrisa gingival, se encuentra el crecimiento vertical excesivo del hueso maxilar. Esto se conoce como Síndrome de Cara Larga, que ocasionalmente se asocia con desviaciones de la nariz e inconformidad estética de la misma.
2) Otro factor está determinado con la función excesiva de los músculos elevadores del labio, donde la acción de este grupo muscular es muy potente y lo lleva a una posición muy alta en relación a los dientes.
3) Por último, se considera como tercera causa a la erupción dental retardada, en donde una porción de la corona dental está cubierta por la encía en una proporción más allá de lo normal. Y en muchos casos existe una combinación de los tres factores.
Con la gingivectomía buscamos una sonrisa natural y bonita. No se intenta hacer los dientes más largos, sino eliminar ese exceso de encía que puede ser menos estético.
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