Algunos estudios señalan que un buen beso en la boca aumenta el flujo de saliva que evita que restos de comida afecten los dientes. Sin embargo, no todos son besos saludables y los besucones pueden pasarlo muy mal si se encuentran a alguien con higiene bucal deficiente.
En un beso íntimo hay intercambio de fluidos y por lo tanto de bacterias. En condiciones de salud no existen problemas. Si un sujeto tiene gingivitis o periodontitis puede llegar a transmitir a su pareja determinadas bacterias patógenas, pero son precisos múltiples contactos y una deficiente higiene oral.
¡Cuida tu boca y apuesta por los besos saludables!
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