Sonreír es muy bueno, se lo recomiendo a todos. Siempre me ha gustado sonreír y puedo asegurarles que es la mejor carta de presentación que deseo para mi persona. La sonrisa expresa la actitud positiva ante la vida y es signo de acogida satisfactoria de los demás, porque vemos en ellos la riqueza de su ser. Como consecuencia fomenta la confianza y permite crear un ambiente que ofrece seguridad.
Sonreír es muy importante tanto para uno mismo como para los demás. Con la sonrisa todos salimos ganando, pues nos trae grandes beneficios.
La sonrisa tiene un poder extraordinario, tiene la fuerza de aquellas cosas pequeñas que son el fundamento de la vida y tiene la fuerza de la semilla que siendo diminuta encierra un potencial maravilloso. La sonrisa tiene poder para transformar la sociedad.
Llenemos el mundo de sonrisas. Comencemos llenando nuestra casa de sonrisas, la sonrisa del niño nos trae ternura, la sonrisa de la madre nos ofrece afecto, la sonrisa del abuelo nos transmite paz adornemos nuestras calles sonriendo, el saludo sonriente comunica positividad, el rostro alegre transmite optimismo y confianza. Llevemos la sonrisa a nuestro trabajo, pues el estado de ánimo sonriente, facilita la disponibilidad para el ejercicio de lo que tenemos que hacer, el recibir a una persona con una sonrisa despierta en ella confianza y provoca una buena comunicación. La sonrisa ilumina nuestro rostro y transmite confianza.
Cada vez que sonreímos aumentamos el nivel de felicidad y cultivamos nuestra salud, al mismo tiempo que estimulamos las relaciones positivas que son muy gratificantes para los demás.
Los expertos nos indican que con la sonrisa, además de expresar nuestro estado de ánimo, produce en nosotros sentimientos positivos. Nos sonreímos porque estamos bien y estamos bien porque nos sonreímos.
La sonrisa es un mecanismo de primera ante el estrés y fortifica los estados de ánimo saludables que nos llevan a realizar unas relaciones gratificantes, muy agradables.
La sonrisa abre muchas puertas, permitiéndonos entrar tanto en las personas como en los grupos con quienes debemos interactuar en la vida, haciéndonos más comunicativos y sociables. Si entre todos creamos una cultura de la sonrisa hacemos que la familia, el grupo de trabajo y el mundo en general sean espacios de armonía y de paz, y de este modo rebajamos las actitudes de tensión que se multiplican, con frecuencia, debido al acelerado ritmo de vida que todos llevamos, al estrés y a la multitud de problemas que se presentan cada día.
Fuente: https://listindiario.com (Juan Linares, SDB)
Fuente :
www.listindiario.com.do
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